Un apreciado obsequio: las cerámicas perfumadas de las claras
Piezas de cerámica perfumada clarisa. Imagen de 1960, publicada en Memoria Chilena. Hubo una época de Santiago en la que, para las fechas navideñas, un regalo figuraba entre los más cotizados, deseados y agradecidos: las cerámicas ornamentales de greda perfumada que se producían en un convento de religiosas clarisas. Símbolo de las celebraciones de fin de año y de los regalos más prolijos en la sociedad chilena de entonces, correspondían en la mayoría de los casos a recipientes o miniaturas de arcilla cocida, policromadas con esmaltes y con esa característica definitiva del agradable aroma a flores y bálsamos que expelían al ambiente, en el caso de la vajilla aportando un saludable toque herbal a los alimentos o bebidas. Las fabricantes de tan apetecidas piezas eran las Monjas de la Orden de Santa Clara, famosas también por su producción de dulces y confites. Se establecieron en Santiago en un solar de La Cañada , la pos...