Unas extrañas y ruidosas Nochebuenas
Probablemente heredada desde costumbres practicadas en la Colonia tardía, ya en los tiempos del ordenamiento republicano había una extraña y poco solemne tradición ceremonial que tenía por escenario, a veces, hasta la propia Catedral de Santiago junto a la Plaza de Armas. Puede darse por seguro que esto se repitiera en otras ciudades y territorios parroquiales de provincias, sin embargo. Se trataba de una suerte de carnavalito zoológico en la Nochebuena coincidente con la Misa del Gallo y la Misa de Navidad, en donde se apoderaba del ambiente una usanza que hoy parecería incomprensible para una instancia litúrgica. Un testimonio directo de su existencia y de aquellas formas que asumía lo proporcionó en su tiempo Moisés Vargas, en “La diversión de las familias. Lances de Noche Buena”, uno de los libros más interesantes para bosquejarse una idea sobre las navidades de la época: